Contenidos significativos: Aprender como una experiencia

¿Has pensado en cómo se aprende? ¿Recuerdas qué enseñanzas te han marcado? ¿Sabías que una película, una canción, una conversación, todo puede terminar siendo aprendizaje?

Contenidos significativos

A cada momento damos significado a nuestras experiencias y creamos nuevas estructuras en la mente: así funciona el conocimiento. Las organizaciones no están exentas de esto: capacitar, ofrecer contenidos, crear valor. Te invitamos a conocer las claves de cómo elaborar este tipo de contenidos significativos y expresarlos de forma correcta.

¿Sabes que es el aprendizaje significativo? 

Es una de las teorías educativas y de conocimiento que más fuerza ha tomado con el tiempo, y hoy en día, su alcance se extiende más allá de la enseñanza hacia jóvenes y adultos, también al área de las organizaciones, las comunicaciones, el marketing y las empresas.

Se basa en un tipo de aprendizaje donde la persona relaciona información nueva con el conocimiento que ya posee, generando una retroalimentación entre ambos. En otras palabras, el contenido se asimila porque se asocia a algo que ya se conoce, reestructurando o complementando los esquemas cognitivos que ya existen.

¿Esquemas cognitivos?

Para entender el mundo, las personas creamos estructuras mentales donde damos significado a nuestra realidad. Estos esquemas cognitivos son conocimientos que nos sirven como punto de anclaje para comprender y asimilar nueva información.

Por esto, todo el contenido que se imparta debe buscar ser lógico y coherente con la realidad de quién lo recibe: es la información la que se adapta al individuo, no al revés.

Para que un contenido sea aprendido significativamente, debe apelar a las emociones, es decir, a su subjetividad, a su experiencia, a lo propio y a lo que los identifica. Esto motiva y pone a un sujeto en disposición de aprender, pues entrega algo de lo que ya tiene noción para complementarlo y reforzarlo.

¿Por qué entregar contenidos significativos? 

La principal ventaja de este tipo de aprendizaje es que son absorbidos y asimilados rápidamente, las personas los incorporan a su estructura mental, por lo que son más estables y menos vulnerables al olvido.

Todo tipo de información puede ser entregada como experiencia significativa: una conversación, una exposición, un manual, un libro, un video… pero ¿cómo se hace?, ¿cómo se generan los contenidos significativos?

Lo primero que se debe considerar a la hora de entregar contenidos es a quién nos vamos a dirigir. Nuestro público objetivo es parte de un contexto sociocultural que debemos entender.

Un mal uso del lenguaje genera inmediatamente una distancia que romperá cualquier tipo de vínculo e integración de conocimiento, no podemos dirigirnos de igual forma a empleados y a gerentes, los intereses son otros, su realidad es diferente.

El otro aspecto a considerar es el contexto, el cual puede variar de acuerdo al medio en el cual nos desenvolvemos para enseñar: el ambiente (en una sala de clases o un taller), el formato de páginas (en un libro o manual), el aspecto visual de un sitio web, etc. El contexto siempre debe ser grato y de buena calidad, una bienvenida que incentive a querer aprender.

Situados ya en el espacio apropiado, y con un lenguaje acorde a nuestro público, tenemos las condiciones apropiadas para construir contenidos significativos.

Las siguientes estrategias están orientadas a crear un diseño de experiencia, las claves que propician un aprendizaje significativo: lógico, coherente, llamativo y con sentido.

Crear estructuras
(Mapas conceptuales, esquemas, diagramas, analogías, comparaciones).

Este tipo de lenguaje no lineal otorga orden y un campo de visión amplio y panorámico. Podemos entender concretamente lo que vemos. Son puentes cognitivos que vinculan el nuevo conocimiento con nuestras estructuras mentales ya existentes.

Ser didáctico
(Emplear preguntas, pistas tipográficas, infografías)

Ser variado y utilizar recursos lingüísticos y visuales genera dinamismo y refuerza mensajes. Rompen la monotonía y apelan a una reciprocidad por parte del lector/espectador.

Organizadores previos
(Son los títulos, índices, frases remarcadas, introducciones).

También sirven como puentes cognitivos, que vinculan de forma inmediata la nueva información con nuestras nociones del tema. Ayudan a la contextualización, una rápida comprensión del tema que da lógica y sentido a lo que leemos.

Reforzar la imagen
(Colores, dibujos, imágenes).

El diseño visual no sólo crea algo bello, grato y agradable, también es útil para llamar la atención de manera inmediata. Genera una energía visual que termina siendo una invitación, una bienvenida al aprendizaje, y además favorece a la retención de los contenidos significativos.

En Lebran creamos contenidos significativos para nuestros clientes, te invitamos a revisar nuestro portafolio de proyectos aquí.